Estoy asustada. Ya no me conozco lo suficiente y tengo que huir un poco. No me valen los días de semana santa, ni las compras compulsivas. El haber comprado en una tienda de temporadas anteriores puede que haya sido el aviso definitivo. Y no quiero seguir así. Yo tengo una personalidad propia y la quiero mantener. No puedo cambiar de la noche a la mañana. Me gustan los chicos y no lo puedo evitar, pero me siento atraída por Paula cada día más. Pienso que solo es una obsesión, pero desde que me pasó el encontronazo con la profesora de aeróbic no he vuelto a pasar por el gimnasio, y cada vez que miro a Paula me pregunto si me gusta. “Si me gustase me habría gustado desde el principio” me digo para tranquilizarme.



A él no lo he vuelto a ver. No quiero ni pasar por delante de su trabajo. No os podéis imaginar la de vueltas que doy por BCN para no pasar por su trabajo. Las coincidencias han hecho que todas las tiendas de moda las abran a su alrededor. Un día estuve tentada de acercarme allí, y de abalanzarme sobre él nada más verle. Suplicarle que me saque de mi obsesión lesbiana. ¡No! Lo he vuelto a decir.



He decidido que mañana me voy al norte. Que me voy a tranquilizarme, que me alejo de aquí unos días. No se por cuanto tiempo, y tampoco me importa. El caso es que huyo... Una vez más. Siempre he huido, pero creo que es una decisión inteligente. Siempre hacia atrás, siempre lejos. Tampoco se lo diré a [alive o-+]. Creo que se lo imagina, porque me conoce muy bien, pero no le gusta que huya, quiere que me enfrente, pero no tengo fuerza de voluntad. Además últimamente anda muy metido en sus discos, es su música. Esto nos vendrá bien de cara a estar juntos de conciertos después del verano. Separación obligada.

 
Habría tantas definiciones de este fin de semana, que me ha parecido interesante ponerlas en una sola palabra semicompuesta: compras-rebajas-welcome-pack-discos-lloros-risas-música-demasiado-sol-fútbol. Supongo que no ha quedado claro, así que lo explico. El viernes por la tarde llegó mi hermana, mi cuñado y mi sobrino que tiene el nombre difícil [Egoitz]. Yo lo vi con una semana, y ahora que tiene 4 meses [mi hermana me rectifica siempre y me dice que todavía tiene 3 meses y medio] está muy grande. Empieza a hacer monerías y se porta muy bien. Me hace gracia como los padres [solo éstos no, sino todos los padres] le quitan edad a sus hijos para que sean los primeros que hacen algo. El que más pesa, el que antes empezará a correr, el que en la guardería aprenderá inglés... Yo lo miro al pobre y pienso que esto va a ser una carrera desde el primer día. Que durante toda la vida tendrá que ser el primero para no defraudar a sus padres. Yo nunca he sido así, por lo que mis padres supongo que se acostumbraron a que no tenían nada que hacer conmigo. Pero mi sobrino el del nombre difícil lo tendrá más difícil que yo. Seguro.



Pues nos fuimos a La Roca. Ese sitio dónde las tiendas de marca ponen más baratas la ropa de temporadas anteriores. Se animaron [alive o->] y el presidente del club de fans [estudiando psicología] a venir. Me extrañó que [alive o->] viniese a un sitio dónde las compras salen más baratas que en su parte alta de la ciudad. Pero al fin y al cabo, creo que vió que había cosas de Loewe, Ralph Lauren y similares y no pudo evitarlo. [alive o->] se compró un vestido para una boda a la que nos han invitado en mayo en el norte. Nada más saber que es en el norte me da miedo verla así. Porque en el norte es muy difícil que en Mayo haga un día como para llevar ese vestido. El presidente del club de fans no se compró nada, y mi hermana y mi cuñado tampoco.



Por la tarde nos fuimos a la FNAC. Como han cambiado de entidad bancaria teníamos un día que le llaman el Welcome Pack. Te hacen descuentos en todo lo que compras. Y como mi hermana quería empezar a filmar la vida meteórica de su hijo se compró una cámara de video para poder ver/recordar cómo mi sobrino el del nombre difícil es el primero en todo. Y como no, me compré algunos discos. Benjamin Biolay que tiene una portada que recuerda a las películas porno-gay de los 70 con una mirada muy insinuante, The Postal Service, alguno más, y el de Ellos. Ellos no me caen bien, me parecen los típicos que sin haber conseguido nada se creen dioses. Les he visto alguna vez y no los trago. El primer disco me gusto, y el primer directo también. Pero su segundo disco me parece que es una copia al primero y su segundo directo no me gusto nada, aparecían como borrachos. Me habéis defraudado. Una vez más. Me temo que no será la última.



A la noche nos invitó [alive o->] a su casa y estuvo cocinando con el Wok. La verdad es que para ser la primera vez con el Wok, y una de las primeras en su reluciente cocina no estuvo nada mal. Cogió las recetas de la novia coreana de mi hermano el que tiene la novia coreana [qué exótico queda].



El domingo nos quemamos casi todos menos mi sobrino el que tiene el nombre difícil. Fuimos paseando por la playa e incluso a ratos hacía frío, así que ninguno se echó crema. Llegamos hasta la Mar Bella que es una playa al final de BCN dónde se celebraba la feria de abril. Tampoco es que hubiese mucho ambiente, y si mucho frío, pero lo pasamos bien. A la tarde fuimos al campo de fútbol a ver a la Real Sociedad. Al igual que al novio de Nacho Canut me gusta el fútbol, pero solo veo los que son divertidos. Si no son divertidos apago la tele. Por cierto que la Real Sociedad perdió. La gente salía del campo como diciendo: me alegro que el Barça haya ganado, pero que lo haga ante el único que puede ganar al Madrid me fastidia. Podemos adornar las frases de todos esos tópicos odiosos, e insultos. Pero hay niños delante.



Espero que mi sobrino el del nombre difícil no lo tenga más fácil, y que no se dedique a insultar a nadie. Por lo menos que sea educado. Porque en su meteórica carrera lo va a pasar muy mal. Y mientras me sonríe. Y pienso todo lo que hemos perdido, y que no quiero que él pierda. Cuanto más alto, más dura será la caída.