


|

viernes, mayo 23, 2003
Hoy vamos al Primavera Sound. El año pasado ya me convenció [alive o-+] para ir, y la verdad es que lo pasamos muy bien. Es muy cansado, pero merece la pena. Lleva toda la semana diciéndome que no lleve zapatos de tacón, que lleve ropa de sport, pero… es que yo no tengo nada de lo que me pide. Se hará lo que se pueda. Lo peor de todo es que no conocemos a ningún grupo, aunque a decir verdad, lo único que intento es que algún guitarrista de algún grupo sea lo suficientemente guapo para mí. Cada uno hace lo que quiere. [alive o-+] escuchará música, y yo iré a mirar.
Ayer estuvimos de cena con la representante de prensa y el directivo de la discográfica que elige los singles. La verdad es que no era una cena formal, todo lo contrario. Salieron algunos cotilleos de la discográfica, anécdotas sobre famosos, etc. Siempre hablábamos del disco pero en un segundo plano, lo cual se agradece, porque [alive o-+] se agobia bastante últimamente. Estuvo muy bien. Fuimos a una de las zonas altas de BCN en la que no había estado nunca, pero me ha gustado y seguro que vuelvo. Después fuimos a tomar una copa a un club muy bonito. Entonces ya nos quedamos solas la representante de prensa y yo y seguimos la fiesta en otros lugares. Hemos quedado para la semana que viene otra vez.
Hoy voy al gimnasio de nuevo. Esta semana he ido solo un día, pero es que últimamente me da mucha pereza. Será que no estoy muy motivada esta semana. Me obligo porque se que viene la playa, las fiestas y los conciertos [en ese orden], porque la verdad es que las fotos siempre se pueden retocar, y nunca las solemos hacer de cuerpo entero. Pero yo creo que si hubiese alguien interesante en el gimnasio me olvidaría de estas cosas e iría sin más. De todas formas debe ser algo general, en el diario de Nacho Canut nunca se habla de gente guapa en el gimnasio, aunque a lo mejor se lo calla. Encuentro un vacío últimamente en mi vida, espero que alguna noche de estas lo encuentre.
posted by [alive o->] 8:39 a. m.
jueves, mayo 22, 2003
Mañana hará un año desde que conocimos a Miqui Puig. Él pinchaba a la noche en el Primavera Sound y nosotros nos aproximamos a hablar con él. Siempre hemos admirado a Miqui por lo que decía y hacía, pero su último disco ‘Colección de Favoritas’ es uno de esos que se te engancha y no te deja. Después todo lo que ha hecho. Desde nuestra posición de artistas de éxito, hemos conocido a muy pocas personas de su carácter. Así que estamos encantados. Normalmente los artistas que conocemos son frívolos, miran por encima del hombro. Todo esto hasta que [alive o->] se pone a hablarles de su vida social y de la última fiesta a la que ha asistido. Entonces se producen dos reacciones. La primera es escapar, y la segunda intentar liarse con ella. Menos mal que para eso [alive o->] es bastante metódica y sabe escoger a aquellas personas que le convencen. Fue Miqui quien encontró el parecido entre la protagonista de Sexo en Nueva York y [alive o->] supongo que es por esos zapatos del diseñador del que nunca me acuerdo su nombre.
Además a Miqui le encanta el norte. Yo reconozco que tiene mucho encanto, pero creo que es mayor si no vienes de allí. Los días lluviosos, la melancolía,... Cuando estás allí no te gusta nada de eso, pero si vienes desde el mediterráneo supongo que ayudará. Charlamos de vez en cuando de Biarritz, las Landas,... Ahora que pienso es curioso que a tantos artistas les guste esa zona. Por los que conozco Miqui, Nacho Canut, y nosotros mismos. No estaría mal quedar por allí alguna vez.
Pues mañana empieza el Primavera Sound con unos grupos que casi no conozco. Pero no importa, lo pasaremos bien. Espero que [alive o->] no vaya todo el día con sus nuevos zapatos, porque puede acabar destrozada. Quedaremos con el presidente del club de fans, y a lo mejor se apunta la asesora de imagen, que por cierto a lo mejor a partir de este disco se convierte en asistente, porque está junto con el presidente del club de fans organizando toda la fiesta de presentación del disco. Ya empiezo a ponerme nervioso.
posted by [alive o->] 8:44 a. m.
miércoles, mayo 21, 2003
Me he dado cuenta de que mi perfil emocional se parece más a una montaña rusa que a una línea recta. Si pusiese un número a mi estado cada día habría saltos de más de cinco puntos en una escala de diez puntos. Como se que esto no lo puedo cambiar por mucho que quiera, he intentado sacar las conclusiones de por qué me pasa lo que me pasa. La que últimamente está en mi ‘top’ diez es todo lo que rodea al disco. Ayer por ejemplo ya quedamos con la fotógrafa por fin y dentro de poco tendremos los originales para que la empresa de diseño, que ya nos dijo que tenía un pdf que enviarnos, pueda terminar su trabajo. Es posible que en una semana y media lo podamos tener para imprimir. A este punto le podíamos poner un ocho. Nada comparado con el diez que le pondría cuando el grupo británico que nos gusta nos invitó a Londres. Pero es mucho comparado cuando hace dos semanas no sabíamos nada del diseño ni de las fotos. Yo le daría un tres a ese día.
Mi otra conclusión ha sido el tiempo. Sea cual sea mi estado, si hace bueno le puedo sumar automáticamente dos puntos. Por ejemplo, si una canción no me sale o no me gusta, pero hace un día soleado, sería un cuatro más dos. Es decir, un seis. Todo lo contrario que si hace malo. En ese caso sería negativo. Tendría un dos, que significa algo así como tirado por el suelo con una depresión de caballo. El tiempo es muy importante, será que vengo del norte.
Un tercer punto que cada vez me afecta más son los demás. Si veo a alguien que lo está pasando realmente mal, y no hace falta que le conozca, mi estado baja tres puntos. Estos puntos son acumulativos con el tiempo, por lo que un día que he compuesto una canción y tengo una puntuación de siete, bajaría a cinco en caso de que hiciese un mal día, y si veo a alguien en la calle incluso a dos. Ese sería un buen momento para volver a casa y meterme en la cama el resto del día.
Tengo un gráfico en mi habitación con las puntuaciones diarias. No hay dos días que sean iguales. Ni siquiera parecidos. No se si preocuparme o empezar a escribir a los meteorólogos para que me dibujen soles en los mapas, de esa forma por lo menos sumaré dos puntos sea cual sea mi estado emocional. Y eso sin hablar del transporte público...
posted by [alive o->] 8:15 a. m.
martes, mayo 20, 2003
Tanto viaje que estamos haciendo últimamente me hace sentir extraña en casa. Esa misma sensación la tuve después de acabar la última gira. Por aquel entonces teníamos a un agente que nos robaba dinero y que nos convenció para que hiciésemos tres semanas más de conciertos. Nos quitó lo proporcional a esas tres semanas. Lo peor de todo es que ese agente nos lo recomendó la discográfica, y creemos que está con otros grupos de éxito. Creo que me estoy desviando... El caso es que cuando llegué el domingo a casa después de la boda en el norte me dio la impresión de que la calma que normalmente se apodera de mí, la tranquilidad que me daba el apartamento de la zona alta, no era la misma que antes. Incluso pensé que era más grande de cuando lo había dejado hacía dos días. Hubo un pensamiento que me dijo que un apartamento de cinco habitaciones podía llegar a ser demasiado grande para mi sola, pero en cuanto me imaginé viviendo con alguien deseché esa idea. Imposible.
Lo mejor de las bodas de tus amigas es que te desahogas. Y lo peor es que te preguntan por cómo van tus amores, quien será la próxima, y tu sabes que no serás la próxima, ni la siguiente. La gente miraba a [alive o-+] como si fuese mi novio. En cuanto hablaba con algún chico guapo de la boda, me apresuraba a decir que no, que era mi acompañante, que no era mi novio. Pero esta vez no me creyó nadie. Yo observaba a [alive o-+] y de vez en cuando podía verle casi hablándole a un canapé. Este chico hace buena música, pero también cosas muy raras.
Esta vez no me sentí el centro de las miradas, aunque mi traje se lo merecía. Pero tampoco me importó. En la boda de una amiga, lo más que puedes intentar hacer es secar tus lágrimas y que nadie vea tu maquillaje corrido por unos lloros, que además no sabes a qué son debidos. Y es que todas las amigas lloramos. Es uno de esos comportamientos que te hacen sentir más unidas. Mientras tanto, los hombres se dedican a reir. Menos [alive o-+] que se dedicaba a mirar con caras raras al resto de invitados. Creo que fui la única me fijé.
Hoy hemos vuelto a quedar con la fotógrafa después de que la semana pasada nos fuese imposible. Los diseñadores nos envían un archivo con todo el diseño que nos han hecho, a falta de tener las fotos definitivas. Pero parece que ya queda poco. Que aunque [alive o-+] se empeñe en decir lo contrario, va a salir muy bien. Incluso hemos encontrado un agente nuevo. Esperemos que no nos robe.
posted by [alive o->] 8:19 a. m.
lunes, mayo 19, 2003
Lo más interesante que se puede encontrar en las bodas últimamente son los personajes que allí se dan cita. En esta que fuimos el fin de semana me estuve fijando en muchos. Mientras que [alive o->] y sus amigas lloraban desconsoladas nada más ver a la novia de blanco, o mientras contaba algo sentimental, mis ojos se posaban sobre los padrinos. Estaban delante de los novios y no se hablaban. Separados por algo más de 4 metros, pasaron toda la ceremonia rectos, serios, impávidos. No parecía que se llevasen mal, pero ese es el guión. Maldito guión, siempre he pensado que está para saltárselo. La madre de la novia tenía sus razones para llorar en cada minuto. Y algún compañero del trabajo de la novia reía las gracias. Estuvo amena la ceremonia, no fue aburrida.
Después de la ceremonia estuvimos en un bar antes de hacer escala en el restaurante. Ya se veían las diferencias de los grupos. Los compañeros de trabajo por un lado, los amigos de las vacaciones de toda la vida en otro, y nosotros con las amigas de la novia por otro. [alive o->] iba guapísima con un traje de gasa color crema. Quitando la novia no hay duda de que era la más elegante, como siempre. Tuvo suerte de que salió un día perfecto para el norte y no pasó mucho frío. Había gente incluso que iba con unos tejanos y una camiseta normal. Yo nunca he dicho que a las bodas haya que ir de traje y corbata, pero eso de ir sin ‘algo especial’ me parece falta de respeto. Siempre tienes que distinguir una celebración de un fin de semana normal.
Una vez en el restaurante empezamos con unos canapés. Me acordé de la filosofía del canapé y no pude evitar sonreír, sabiendo que si contaba aquella canción, los amigos de [alive o->] me iban a mirar con mala cara. La cara se me cambió cuando una copa de cava se me cayó encima causa de un accidente de una amiga de [alive o->]. Y ya por fin la cena. La verdad es que tenía hambre. Critica social: los primeros platos exquisitos, pero el que tardasen tanto entre plato y plato enfrío un poco la fiesta.
Y el baile... Aquí también se diferencian las bodas del norte del resto. La gente solo quiere canciones pachangueras. [alive o->] como siempre pidió la canción de ‘A quién le importa’ y nadie la bailó excepto nosotros. Es una canción que va muy bien para las bodas por todas las frases que dice, además de muy bailable, pero la gente del norte somos así.
Poco más hubo porque yo me fui a casa de mis padres. Si no, el día siguiente se hace insoportable por el viaje. [alive o->] se quedó hasta tarde, pero al día siguiente no me contó ningún romance, así que creo que estuvo con sus amigas. Tenía ganas. Ahora ya queda una menos soltera. ¿Quién será la siguiente?
posted by [alive o->] 8:38 a. m.
|
 |
alive

[el mundo electrónico de un grupo pop]
Enlaces recomendados:
Contacto:
|
|