Hoy he vuelto a cumplir años. Y ya van unos cuantos. Quizás más de los que uno querría. No pasará a la historia como mi mejor cumpleaños ni mucho menos. He recibido llamadas, mensajes, y sorpresas pero no ha sido mi mejor cumpleaños por mucho que bastante gente haya hecho lo posible porque lo sea.
Al levantarme me he mirado en el espejo un buen rato. Como intentando ver las diferencias con el día anterior cuando tenía un año menos. Me he mirado a la izquierda. Luego a la derecha. He levantado la barbilla. Y nada, todo sigue igual. Aparentemente. Más tarde me he acercado más al espejo y he visto algo que no me ha gustado. He visto que las arrugas las empiezo a tener en el interior. A ser un poco más viejo dentro. He notado que soy más irascible, menos paciente. También he notado que sigo teniendo las mismas ilusiones, pero ahora tengo un año menos para cumplirlas. Hago recopilación de lo que ha sido este año. Todos estos altibajos que he ido escribiendo y me doy cuenta de que si lo ves a largo plazo, la gráfica es bastante lineal. No ha estado mal.
En el norte está haciendo frío. A lo mejor es lo que no me gusta. Ayer incluso llovió. Es como si el tiempo no hubiese pasado. Como si de repente la línea que se desvió en el momento de ir a BCN se hubiese juntado con una vida paralela y nunca me hubiese ido. Pero rápidamente me he dado cuenta de que es lo mejor que pude hacer. Huir. Como siempre. Siempre he huido, a veces en la dirección correcta, y otras en la incorrecta. Soy un cobarde. Lo admito.
En días como hoy hecho de menos el teclado. Aquí en casa de mis padres en el norte hay piano. Pero no es lo mismo. Mi teclado me es familiar y si lo deseo suenan cuerdas, o una línea de sintetizador. Pero siempre suenan melodías. Aquí ya no. De este precioso piano solo salen acordes con tristeza.
Ha habido un momento muy bonito en mí. Ha sido cuando he soplado las velas. No diré cuántas había. Pero he vuelto a pedir un deseo. He soñado que… bueno, no lo puedo decir, porque si no, no se cumpliría. Pero si se cumple lo escribiré. Como otras tantas cosas.