Las casualidades hicieron que llegase a este punto. Las casualidades hicieron conocer a amigos comunes. Las casualidades, siempre las casualidades. Supongo que también las casualidades hicieron que se le pasase por la cabeza hablarnos, porque de otra forma no veo la razón. Pero llegados aquí puede que no me arrepienta nunca. Y es que todas las casualidades son bienvenidas y esta mucho más.
El viernes ya lo intenté. Junto a
[alive o->] nos fuimos a la mayor tienda de música de BCN a preguntar por él. Y nada. No estaba. Vacío. Sobre todo porque era un día perfecto. Llovía fuera e íbamos a coger el coche para pasarnos por el 242 dónde teníamos un micro y un pie. Me había estado imaginando conduciendo mientras los limpiaparabrisas se movían al ritmo de ‘
Te quiero ahora, te quiero luego’ que me había regalado
Charlie. Pero me tuve que conformar con la sonrisa del que nos atendía y que nos comentaba que nos pasásemos el lunes.
Y hasta ayer pasaron algunas cosas. Fuimos al norte, pero yo no saqué nada en claro. Bueno, miento. Saqué muchas cosas en claro, pero ninguna buena. Nunca antes había resumido un viaje al norte en dos líneas.
Y ayer volví a pasar por el mismo sitio. Con algo de miedo porque alguien me dijese que pasase otro día. Porque es lo que sucede cuando tienes muchas ganas de algo: siempre se jode. Pero allí estaba. Casualidades. La historia de las canciones poco a poco la conocía, por lo menos de algunas. Tenía las maquetas que ya sonaban bien. Pero allí estaba todo el esfuerzo de una de las personas que mejor trata el Pop, que más siente y hace sentir. Y que las casualidades hicieron que le conociese. Además una de las personas que nos ha tratado siempre bien, siempre.
Miqui Puig.
Después de las escuchas que el tiempo permite, creo que le he encontrado sitio. Un sitio que espero le guste. Un sitio al lado de algo que nos encanta. Tocando el
‘Behaviour’ de
Pet Shop Boys. Porque las casualidades también hicieron tener una canción común, que nos hace sentir como él:
Being Boring.
Y es que nunca nos aburrimos, aunque suframos tanto el amor.