En días como hoy me pregunto qué es el amor. Puede sonar un poco raro, pero que una persona como yo no sepa si se ha enamorado nunca es bastante desolador. Por mi carácter me he encaprichado de muchos hombres. Algunos muy guapos y otros no tanto, pero todos me han gustado por algo. Nunca he sabido si he llegado a enamorarme.



Todas estas preguntas recursivas para mi vienen a que ayer en una de las fiestas acompañando a mis padres por su gira mediterránea, me fijé en alguien. Era algo mayor que yo, eso seguro, pero muy elegante. Al principio fueron las típicas miradas encontradas entre la multitud, y después las sonrisas. Una mujer como yo está más que acostumbrada a estas cosas por lo que no le hice mucho caso, pero si que me resultó atractivo. En todo momento intenté que mi madre no se diese cuenta porque seguro que me amargaba la experiencia. En un momento dado desapareció y noté que algo faltaba. ‘Otro capricho más’ me dije para mi misma, pero cuando al cabo de media hora le volví a ver me di cuenta de que no lo era. Había hecho que volviese a sonreír. Entonces llegó el problema. El problema era una mujer morena esbelta a su lado que osaba cogerle del brazo. No lo aguanté, incluso creo que derramé algo de mi copa al presidente de los notarios que había venido a la fiesta. Estaba que no podía más. Un poco más tarde a la salida de la fiesta me pude cruzar con él. No hubo palabras, solo miradas, tampoco hubo promesas, ni mentiras. Y no se ha vuelto a marchar de mi cabeza. ¿Qué es eso? Nadie me lo responderá porque no se lo preguntaré a nadie. No quiero que nadie lo sepa, es solo para mí. Porque sería un símbolo de debilidad. En cuanto llegué a casa empecé a componer nuevas canciones que seguro que le gustan a [alive o-+] porque son crueles, tristes y a la vez hablan de que no puedes controlar tus sentimientos. También hablan de que no le volveré a ver. Por si acaso.

 
Esta mañana ha comenzado la guerra. En estos momentos es cuando te das cuenta de que era irremediable. Solo queda esperar a que acabe rápido. Yo pensaba que en el siglo XXI no habría guerras, pero en mi corta vida ya he vivido varias. Cada vez pienso más que estas cosas no se pueden evitar, que si no nos ponemos de acuerdo por tonterías, cómo se van a poner de acuerdo por intereses políticos, o lo que es lo mismo, el poder.



Yo creo que es difícil discutir. Me refiero al termino de diálogo. Que dos posiciones encontradas puedan hablar sin acabar tirándose todo a la cabeza, nadie tiene por qué convencer a nadie, solo discutir. Requiere de mucha paciencia, y algo de lo que no se encuentra últimamente: saber escuchar. De eso sabemos mucho los que venimos de las lluviosas tierras del norte. Por desgracia sabemos mucho de eso.



Recuerdo que KLF cuando se disolvieron hicieron una canción que solamente te escucharía cuando hubiese paz. La sacaron como single en Israel después de que se firmase uno de los múltiples acuerdos que solo sirven para romperse. Ahora entiendo por qué la sacaron. Porque si no, no se escucharía nunca.



Nunca sacaremos un single por la paz ni nada parecido. Hacemos canciones para que la gente las escuche. Solamente canciones de pop, y si es electrónico mejor. Todo lo demás está sobredimensionado. Y a quién le importa.

 
Existen algunas semanas que son de transición. Son esos días en los que no tienes ninguna meta que conseguir, y por lo tanto la motivación es mucho menor. Esta semana es una de esas. Mientras, esperamos las fotos, enviamos todo a los diseñadores y se termina de masterizar todo. Sin ninguna motivación extra. Como no tengo muchas de estas semanas no se qué hacer. Tengo miedo de empezar a hacer canciones nuevas, porque luego siempre me gustan más que las anteriores y me entran dudas de las que hay en el disco. Es lo que me paso con el anterior disco, menos mal que le gustó a todo el mundo y se me acabaron las dudas.



Ayer llegaron los padres de [alive o->]. Cuando les veo se por qué es [alive o->] como es. Siempre llegan en avión, llenos de maletas, con sus gafas de sol... Siempre ha habido mundos diferentes y siempre los habrá.
Son como estrellas del pop pero sin ser músicos. Todavía recuerdo la primera vez que les vi. [alive o->] y yo habíamos empezado a componer juntos y la discográfica nos había contratado por dos discos. Llegamos a la casona de sus padres y me di cuenta de que yo no pertenecía a ese mundo. Me miraron como si fuese un bicho raro, y se aliviaron cuando a la pregunta de su madre de si estábamos saliendo [alive o->] dijo que no. Supongo que luego [alive o->] les explicaría que yo era sex-dual. Eso suele arreglar los problemas, pero sumerge a las personas en un mar de dudas.

 
Hoy he recibido una llamada de mis padres. Vienen desde el norte para visitar a su niña. Aunque con el paso de los años te sientes menos niña, cuando vienen tus padres tu vida da un paso atrás de varios lustros. Es curioso como una persona tan dependiente como yo puede reconvertirse. Ellos siempre han tenido estilo, desde muy jóvenes. Sobre todo mi madre siempre ha querido que me convirtiese en estrella, porque ellos me enseñaron a codearme con la alta sociedad en sus múltiples fiestas de la casa de verano. Así que podemos decir que no me viene de lejos. Cuando les presente a [alive o-+] y les dije que era mi compañero de grupo se notó un alivio general en la casa, porque mi madre llegó a pensar que podía estar saliendo con ‘ese bicho raro’, que es como lo definieron en su día. Luego le cogieron cariño. Y es que todavía esperan que salga con algún niño rico de vida resuelta, esbelto y del cual se puedan sentir orgullosos, es decir, todo lo contrario a [alive o-+].



Para estos días he preparado una ruta por todo Barcelona, incorporada la obligada presencia en el Liceo el viernes, ya que se presentarán allí las personas más esnobs de la ciudad. Es lo malo de que hayan tenido una vida social tan activa, que ahora quieren ver a todo el mundo. Es posible incluso que no les vea demasiado. De todas formas algún día que les deje en el hotel me iré a dar una vuelta yo sola, porque ya no soy tan cría. Es lo bueno de ser tan dependiente, que en tu apartamento solo entran algunas de las personas que has conocido la noche anterior.

 
Ya ha pasado. Tanto tiempo con ganas de que terminase la sesión de fotos y ya está. El jueves el resultado. Salió el día despejado, pero poco a poco se empezó a nublar. [alive o->] había ido a peinarse y pintarse dónde David el peluquero. Yo quedé en ir a buscarle a las 12:00, pero como siempre me adelanté. Por el camino estuve hablando con el presidente del club de fans. Supongo que necesitaba hablar de lo nervioso que estaba, y como con él tengo mucha confianza, pues hablamos todo el camino. Sobre todo de discos que nos aconseja y de las recopilaciones que nos hace. Él fue el que nos aconsejo junto con Cristina, la manager, a David el peluquero. Tengo ganas de hablar cada día de uno de ellos, así que no voy a liarlo más. El caso es que se iba nublando el día, y la camara se estropeo. Yo quiero todo en blanco y negro, pero al estropearse tuvimos que hacer las fotos con una cámara digital y Manuela Crespi, la fotógrafa, nos animó a que hiciésemos las fotos en color. No se cómo saldrán. Después de la sesión nos hizo un plato de pasta exquisito Mauricio, el novio de Manuela. Yo nunca había probado pasta italiana hecha por un italiano, así que me quedé encantado. Se nos hacía tarde y nos tuvimos que ir de allí, aunque se estaba muy a gusto.



A la vuelta nos ocurrió una cosa muy curiosa. Estaba la manifestación contra la guerra y nosotros ibamos totalmente en contra de ese sentido. No es que estemos a favor de la guerra, ni mucho menos, pero al menos era extraño. Se veían helicópteros de televisión filmando, y nosotros íbamos en contra. Siempre en contra aunque pensemos lo mismo. Yo siempre digo que no tengo por qué manifestarme para saber que pienso algo. Porque luego te echan en cara que no sales a la calle a manifestarte por todo. Si saliese a la calle a manifestarme por todo lo que pienso que está mal, no entraría en casa. Lo primero es la lógica, creo yo. Lo peor de este mundo es que ser afín a un partido político es como ser de un equipo de fútbol. Se está convirtiendo en fanatismo, y no deja pensar a nadie. Para qué queremos gente que piense. A ellos les viene mejor.