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![]() jueves, julio 24, 2003
La canción de hoy es una versión ambiental de la canción de Pet Shop Boys llamada ‘Love comes quickly’ de Black and Jones. No es irónica. A simple vista si que lo parece. Es una versión preciosa, con un punteo de guitarra acústica con acordes y ritmos como muy chill-out [que conste que odio esa palabra, me gustaba el término original de KLF]. Mientras escucho casi me doy cuenta de que lo que viene rápido es la vida, no el amor. Además estoy convencido de que la mayoría de las personas que conozco están de acuerdo conmigo. Cuando escucho este tipo de canciones me dan ganas de poner el disco de Danii Minogue que nos grabó el presidente del club de fans, para animarme. Pero es tan bonita que no puedo. Es como todo en la vida, crea adicción, eso que Danii me gusta mucho. Esto viene a cuento del estudio que han publicado sobre el consumo de drogas [blandas y duras] en los jóvenes. Nuestro amigo de Sitges es un experto en estos temas, y siempre nos habla de lo importante que es la información. De lo cual deduzco que ha habido un fallo. Un fallo en la información o en la educación. Y es que ya no hay educación. Habrá quienes se me echarán al cuello, pero no me refiero solo a los jóvenes. Desde la discográfica hasta mi casa tengo algo más de quince minutos caminando. Esos quince minutos son suficientes para ver la falta de educación de las personas. Personas de sesenta años, de veinte, de catorce. No importa. Ahora es mucho más importante el yo que la sociedad. Mi opinión es que si se han puesto normas de convivencia es por algo. Si están mal, pues se cambian, yo mismo reconozco que no son demasiado buenas. Pero no te las puedes saltar. Veo a gente tirando cigarrillos y basura desde los coches o cuando andan, gente escupiendo al lado de otras personas, individuos que casi atropellan a otras personas que van andando o en bici, al saltarse un semáforo sin mirar. Gente en motos que no respetan nada ni a nadie. Y yo me encuentro en medio, pensando si esto llegará a un punto sin retorno en el que las normas serán excesivamente estrictas. Siempre ha pasado lo mismo. Desde los griegos, romanos, edad media, inquisición,... Ahora nos tocará el turno, ¿o no? Hoy no estoy excesivamente pesimista, es una reflexión. Como cualquier otra. miércoles, julio 23, 2003
Todavía tengo el sabor de sus labios en mi boca, y su imagen en mis ojos. Querría que sólo hubiese sido un sueño, y que solo estuviese en mi cabeza. Aunque me dije a mi misma que lo olvidaría, no puedo. Pero lo que no quiero que pase es que mi relación con Paula cambie. Estos días me pregunto todo el rato si podríamos ser amigas y amantes. No amantes desde el punto de vista de una relación pasional continua, sino solo cuando lo necesitemos. ¡Pero qué estoy diciendo! No puede ser, y aunque pudiese ser, no sería conveniente para mi. Esta vez por lo menos no tengo la paranoia lésbica en la cabeza. Se lo que soy. Se que me gustan los hombres, porque lo detecto a cada paso que doy. En la calle, en el gimnasio, en la piscina de ejecutivos,... Me derrito por ellos. No por todos, pero me derrito. Lo que esta vez tengo en la cabeza es el miedo a cómo reaccionará Paula. Supongo que hasta que no le vuelva a ver esta semana no merece la pena que de vueltas a la cabeza. Mientras sigo con la cabeza llena de miedos, el calor azota con fuerza. Aquí en BCN la humedad en el ambiente se hace insoportable. Ayer escuché en el telediario que es la más larga ola de calor en Catalunya. Y es que hace varios meses que no llueve, y el aire parece que mata. Podía llover algo y refrescar el ambiente un poco. Me imagino bajo la tormenta completamente mojada, mientras suenan unos acordes al ritmo de mi corazón. Estoy yo sola en medio de la calle, y no me importa. Lo malo de soñar es el despertar. Sobre [alive o-+] solo se lo que me cuenta en su llamada diaria. Es como cuando Nacho Canut le llama a Genís. No se como lo harán. Si le contará todo y Genís solo escribe lo que quiere. Lo nuestro es más intimista, ya que yo no tengo que escribir nada sobre él. Hablo sobre él solo si hay algo que contar. Ayer Aviadordeluxe volvió a escribir su diario. Espero que siga así. Desde que me he viciado a los weblogs de los demás me da mucha rabia ir a un diario y que no esté actualizado. Mucha. Así que cuando vi que había escrito algo nuevo me ilusioné. Que siga así. Y mientras, a esperar... martes, julio 22, 2003
Estoy pensando en dejar el trabajo de la discográfica. Se que me será difícil, y que posiblemente no lo haga. Pero estoy pensando en hacerlo. Me come mi tiempo, mi espacio. Este fin de semana he podido componer en mi mente dos nuevas canciones. Y mientras las componía me prometía que esto era lo que quería hacer, y no el otro. Pero como dice una canción de Fangoría “son promesas que tu y yo sabemos que no hay que cumplir”. Las dos nuevas canciones son muy discotequeras. Seguí un consejo de mi amigo Aviadordeluxe que decía que le apetecían canciones más del estilo de ‘Discoteca’. Que las otras están muy bien, pero son muy tristes. Y es verdad, coincido con él. Mi problema es que me gustan las canciones que aparentemente son banales, pero que tienen sentimiento o ironía. Creo que estas lo tienen. Ahora falta ponerlas sobre el papel, o mejor dicho, sobre el secuenciador. La canción que compuse hace una semana la voy tarareando todo el día. Es muy bonita, y surgió de una conversación por mail con David de Cassino. Como cuando uno está en un momento alto, el otro está en un momento bajo. Trata sobre lo que se quiere ser, y lo que se es. Ayer le llamé a [alive o->] para ver qué tal su fin de semana. Parece que estuvo muy bien, aunque tampoco me cuenta mucho. Me repite sobre todo los muchos macarras que vieron con sus coches de tuning y la música horrible alta. La frase que mas me ha dicho es: “menos mal que no viniste”. Desde luego que como fuese tal y como me lo describe estoy de acuerdo. Los planes para esta semana son estabilizarme. Pensar más en mi. Quizás me compraré una libreta como Nacho Canut, me esperaré en la tienda hasta decidirme. Porque a mi me cuesta mucho decidirme. Y lo odio. Soy de los que quieren las cosas rápidas, y cuando me cuesta lo paso muy mal. No se si habría elegido la libreta de Labanda o de Ruiz de la Prada. Seguramente la de Labanda porque me gustan mucho sus dibujos. No tengo en mente comprarme nada más. Ayer compré una camiseta de blogger muy bonita, y le cogí a [alive o->] otra. Me encanta comprar por Internet. Sin que nadie te haga la pelota. Mirar hasta que te decidas, en el centro comercial más grande del mundo. Música, música, música.... domingo, julio 20, 2003
Esta vez tengo bastantes cosas que contar. Parece que por fin siento lo que debía de estar sintiendo desde hace bastante tiempo, es decir, sentirme llena. El jueves estuvimos cenando con la representante de prensa y con la persona de las discográficas que elige los singles. Fue algo muy informal, pero estuvo bien. Este ha debido ser el fin de semana de la Comunidad Valenciana porque todo el mundo iba para allí. Ellos iban a Tabernes que está bastante cerca de Gandía que era dónde íbamos Paula y yo. Al final no nos hemos visto pero era gracioso. El viernes estuve en el gimnasio, y estaba algo nerviosa. No se por qué, pero intuía que algo iba a pasar. Quizás era el tiempo que hacía que no salía. Fui a hacer unas compras, pocas porque hasta que no acaben las rebajas no compraré mucha ropa, y a comer algo rápido y sano. Después hice un poco de tiempo hasta que Paula apareció con su descapotable. Estaba radiante, mucho más morena que la última vez, y con unas gafas de sol de La Perla que me encantaron. Como las dos sabíamos que iba a hacer mucho calor casi no llevábamos equipaje. Es verdad que algo más podíamos haber dejado. El viaje fue muy agradable. Con mucha música. Pusimos el último CD de alive, y algunos remixes que nos están haciendo. También llevamos algo de Cassino, el anterior disco de Fangoria, el último de Ellos y el recopilatorio de Javier García que me grabó [alive o-+]. A Paula le entusiasmó, porque no le había escuchado antes. La canción que más le gustó fue la versión de ‘Tazas de te’ de Carlos Berlanga. Entre las risas, la música y la crítica social que hicimos de toda la zona alta de BCN llegamos a Gandía. La impresión que da es que es muy feo. No hay más que apartamentos y apartamentos. La mayoría bastante descuidados. Menos mal que el que le habían dejado a Paula era muy mono. La gente que había allí es muy diferente a la de BCN. Hay mucho macarra con coches de tuning y la música altísima. Además es una música horrible. Con lo bonita que es la música de baile y electrónica, ellos eligen la peor. Menos mal que [alive o-+] no vino, porque si no se hubiese vuelto en ese momento. Nos reímos bastante, y muy maliciosamente de una figura mue importante en esos coches de tuning. Es la novia del macarra. Porque que haya macarras... Pues es una opción. Pero las novias van todas orgullosas con la música altísima y con una cara de muy mal humor. Entre el viaje y la semana estábamos bastante cansadas, así que estuvimos cenando algo rápido en una terraza y nos fuimos al bonito apartamento a dormir. Casi no nos hablamos de lo cansadas que estábamos. El habernos ido a dormir pronto no hizo que nos levántasemos pronto. Hicimos una verdadera cura de sueño. Estuvimos desayunando en la terraza del apartamento. El amigo de Paula que se lo había dejado, incluso nos envió un ramo de flores de precioso. No le conozco pero con esos detalles tiene que ser una persona mue interesante. Cogimos las toallas y nos fuimos a la playa. La verdad es que es bastante agobiante, hay mucha gente y muy junta. Menos mal que nos fuimos a la parte de las hamacas que tiene el sitio muy delimitado. En ese momento es en el que empecé a darme cuenta de que algo iba a pasar. Paula me pidió que le diese crema, como otras tantas veces, pero yo sentía algo diferente. Estaba muy morena, con el pelo precioso y la piel muy suave. Estuve tan tensa que incluso le extendía la crema fatal. Desde ese momento no podía dejar de pensar en ella. Volvieron mis paranoias lésbicas. Todo el día estuvimos bañándonos y riéndonos las dos en top-less. Es curioso porque éramos de las pocas que lo hacíamos, y todos los chicos lo notaron. En ese momento estuve muy orgullosa de mis horas de gimnasio. A la tarde estuvimos ocupadas viendo tenderetes, hasta que le llamaron a Paula para decirle que había una fiesta privada en un apartamento de un amigo del amigo que le había dejado a Paula el apartamento. Vaya lío. No nos lo pensamos y dijimos que íbamos. El apartamento era precioso con unas vistas preciosas en primera línea de playa. Era todo madera y cristal y la gente era muy guapa y moderna. No se parecían en nada a los macarras que habíamos visto hasta entonces. Lo malo es que se conocían todos y no hicieron nada por estar con nosotras, así que nos salimos a la terraza con unas copas. Estuvimos hablando de los chicos que había dentro y la conversación fue derivando hacia temas más íntimos. Yo notaba que me ponía nerviosa otra vez. Así que me levanté y me fui a por otras dos copas, pensando que se me pasaría. Pero cuando volví ella seguía ahí mirándome. Me senté y para cuando me quise dar cuenta Paula me estaba besando. Quería gritar que no, que no lo quería. Pero me gustaba y no me dejaba irme. Hubo un momento en el que apareció un chico de la fiesta que quería unirse a nosotras. Pero esta vez no quería compartir esa experiencia con nadie. Se había juntado el sol, el calor, y sobre todo las ganas de exteriorizar todo lo que tenía dentro desde hacía mucho tiempo. Estuvimos en una habitación de ese apartamento hasta que amaneció. Yo sin poder dormir, con una sensación de no saber muy bien qué había hecho. Lo curioso es que me di cuenta de que me había liberado. No quiero decir que me sienta que me gustan las mujeres. Si no que era algo que en fondo siempre había querido hacer, pero que nunca me había atrevido. No se si fue intencionado o no, pero no hablamos del tema en todo el viaje de vuelta. Seguimos riéndonos de todo el mundo de la manera más natural. Hacía mucho, mucho tiempo que un fin de semana no hacía que me sintiese tan bien. Cada vez que recuerdo la noche en aquel apartamento un escalofrío recorre mi piel. Disfruté mucho, pero se que no lo haré con otra persona que no sea Paula. Fue como una declaración de amigas. |
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